Obras de Marc Chagall de la colección del Museo de Israel, Jerusalén, visitan por primera vez Corea con esta exposición. Chagall es uno de los artistas más reconocidos del siglo XX, tan universal que todo el mundo lo conoce y lo admira. Chagall destaca entre los artistas del siglo pasado porque fue fiel a sí mismo mientras vivía guerras y catástrofes, así como momentos políticos convulsos y la revolución tecnológica.

La exposición incluye dibujos, algunos óleos, gouaches, litografías, grabados y acuarelas, unas obras que revelan una visión artística marcada por el profundo amor que sentía Chagall por su esposa, Bella, y también marcada por la muerte prematura de esta, en 1944. La muestra presenta un recorrido por la vida y obra del artista, que son una mezcla de las tradiciones europeas más importantes, desde la cultura judía y rusa en la que creció hasta que conoció la pintura de la vanguardia francesa.

Utilizando el título de un libro de Bella, Burning Lights (‘Luces que iluminan’), Chagall sigue iluminando. Nunca fue un artista atormentado, sino que fue optimista y mantuvo el placer de vivir hasta el final de su larga vida.