Antoni Gaudí (Reus, 1852 – Barcelona, 1926) es considerado un genio de la arquitectura y del arte en el ámbito internacional. Siete de sus edificios han sido declarados patrimonio mundial por la UNESCO: el Park Güell, el Palau Güell y la Casa Milà (La Pedrera), desde 1984; la Casa Batlló, la cripta de la Colònia Güell, la Casa Vicens y la cripta y la fachada de la Natividad de la Sagrada Família, desde 2005. Sus obras atraen desde hace años multitud de visitantes de todo el mundo, que quedan sorprendidos y fascinados por su originalidad y belleza.

Formado según los cánones de la época en la Escola Provincial d’Arquitectura de Barcelona, Gaudí surge en este periodo de efervescencia creativa que es el Modernisme y desarrolla una arquitectura totalmente nueva y diferente, y recorre su propio camino de creador individual. Pero es importante señalar que no se trata de un genio aislado, fuera de contexto, sino que está estrechamente relacionado con la realidad cultural catalana y, además, es un buen conocedor de las corrientes renovadoras del arte europeo de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

El proyecto incluye planos, dibujos, maquetas, muebles, elementos arquitectónicos y esculturas, así como fotografías de época y varios audiovisuales, que muestran a los visitantes la compleja personalidad y las principales obras del eminente arquitecto y artista, en un recorrido que incluye desde sus proyectos de estudiante y su actividad como ayudante, cuando todavía no había acabado los estudios de arquitectura, hasta el templo de la Sagrada Família, pasando por los importantes proyectos realizados por encargo de Eusebi Güell y las residencias urbanas, como las casas Calvet, Batlló y Milà (La Pedrera).

Los diferentes proyectos que se muestran permiten evidenciar aspectos importantes de su obra. La originalidad de las formas, la ornamentación, el cromatismo, la riqueza de los símbolos, la inspiración en la naturaleza, son elementos que fascinan en un primer momento. Después, sin embargo, con una mirada más atenta, se descubren otros aspectos subyacentes y que evidencian al gran arquitecto: muestran que detrás de la forma hay la racionalidad de su sistema constructivo, que su arquitectura es un prodigio de inventiva, soluciones constructivas e innovación, fruto de su propio genio personal, pero también del estudio y de un trabajo minucioso e ingente, al cual dedicó toda su vida.

La importancia de la comprensión de su trabajo, un espíritu didáctico y el rigor intelectual y la seriedad, premisas básicas al tratar la figura y la obra de Gaudí, rigen el discurso y el contenido de la exposición.